WHIPLASH (2014) Y LA OBSESIÓN DE GANARSE UN LEGADO

Querer dejar una huella en la historia nos beneficia considerablemente en ocultar nuestra más profunda adicción de sentir algo importante en esta vida, sin llegar a entender la falta de empatía desde muy temprano hacia nuestras propias decisiones de aquellas personas que se mantienen a nuestro lado; o ni siquiera, trataron desde el inicio en esforzarse en valorarla, marcando una línea moral y ética desde el principio y convenciéndonos realmente en lograr observar todo lo que necesitábamos aprender, considerando efusivamente que el destino siempre estará allí esperándonos y guiándonos hacia el camino que con mucho esfuerzo hemos esperado obtener.

Reconocer el mal enfrente de nuestro éxito poco a poco nos aclara considerablemente el infierno que escogimos, enseñándonos considerablemente la importancia de no desviarnos de nuestro camino trazado, más allá de que metafórica y literalmente los designios ya establecidos traten de forzarnos a abandonar, diciéndonos lo inútil que podemos llegar a ser y alejándonos de todo lo humanamente moral que creíamos poder mantener. Hasta que solo en los epílogos de las partituras más ensangrentadas, todas las emociones se terminarán manifestando a través de abrazar la ansiedad de una tensión que nos obligaba contantemente a nadar a través de una tormenta sin un destino fijo, hacia un lugar indeleble y de que por más que exista alguna advertencia inflexible, reconocer en que las mentes más obsesivas lleguen a rozar la demencia más radical, es imposible no destacar la cercanía hacia esa perfección tan buscada y la posibilidad de encontrar ese legado tan deseado, que nos grite íntegramente el final de nuestra más grande pretensión.


Escrita y dirigida por el cineasta estadounidense Damien Chazelle, protagonizada magistralmente por los actores norteamericanos Miles Teller & J. K. Simmons (Oscar's 2015: Best Supporting Actor) junto a Paul Reiser & Melissa Benoistbasándose en sus experiencias en una banda de jazz "muy competitiva" en la escuela secundaria, ayudaron a Chazelle a convertir quince páginas del guion en un cortometraje de dieciocho minutos, también titulado Whiplash (2013). Considerada una obra maestra contemporánea, la narrativa formula la relación de dos tipos de obsesiones, donde la importancia de encontrar un mismo patrón de perfección terminara poniendo a prueba los limites en el que un ser humano pueda manifestar la necesidad de saber cuál es la línea que separa lo "realmente importante" con lo que "únicamente importa", donde al final, aceptando cada consecuencia y daño colateral, entenderemos finalmente nuestro verdadero destino en esta vida.

 

Jesús Guerrero

 

Music by Justin Hurwitz

 

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